Lima revive su ancestralidad a través de elencos de danza folclórica que se presentan en plazas y pasacalles, manteniendo vivas manifestaciones como el Son de los Diablos (afro‑peruano), la Danza de Negritos y el Festejo. Estos grupos, formados por vecinos y estudiantes, cumplen un rol educativo y cultural en el espacio público.
Uno de estos colectivos es Yachaiwasi Llaqta, surgido en Carabayllo, para resaltar la identidad local mediante la danza. Conversamos con Andy Cornejo, uno de sus fundadores:
“Queremos que los niños y jóvenes de Carabayllo sientan orgullo de nuestras raíces. Bailamos en la calle para llegar a todos, no solo a quienes asisten a teatros”, explica Cornejo.
“Cada ensayo es una clase de historia viva, y en nuestros presentaciones se ven fusiones: música andina, africana y criolla, como ocurre en el Festejo y en el zapateo de los Negritos”, añade.
Entre sus miembros destaca Rubi Cuadros, bailarina desde los 12 años:
“Me enamoré del movimiento, de la comunidad. Bailar en la calle te conecta con la gente: cuando zapateamos, veo a niños imitar, a vecinos aplaudir. Eso alimenta el alma”, comparte.
Las danzas que interpreta Yachaiwasi Llaqta incluyen:
- Son de los Diablos, con máscaras, zapateo vigoroso y tambores
- Danza de Negritos, con elementos andinos y africanos en Navidad
- Festejo, ritmo afro‑criollo que celebra la costa peruana
Estos grupos no solo actúan, también educan: impulsan talleres en colegios, festivales de barrio y rutas culturales junto a la Municipalidad de Carabayllo.
El director cultural de Yachaiwasi enfatiza que, además, los elencos callejeros actúan como vehículo de inclusión social y fortalecen la cohesión comunitaria.
Por: Jose Inga
