La Amazonía peruana está en peligro. Mientras los incendios forestales continúan asolando la región, se ha conocido que Petro Perú , la empresa estatal responsable de hidrocarburos ha puesto en venta 39 lotes en la selva. Lo alarmante es que varios de estos lotes incluyen áreas protegidas por ley, lo que ha generado un fuerte rechazo entre ambientalistas y comunidades indígenas.
Un informe de Epicentro reveló que cuatro de los lotes se superponen con áreas naturales protegidas. Estas áreas son hogar de pueblos en aislamiento voluntario, cuyo modo de vida y supervivencia dependen de su entorno natural. La explotación de recursos en estas zonas no solo pondría en riesgo su bienestar, sino que también amenazaría con destruir ecosistemas de vital importancia.
El Parque Nacional Bahuaja-Sonene, en Madre de Dios, es uno de los casos más críticos. A pesar de ser considerado un territorio intangible por su importancia ecológica, Perú Petro ha mostrado interés en el yacimiento de gas Candamo.
La viceministra de Energía y Minas, Iris Cárdenas, ha defendido esta medida, alegando que solo se realizarán estudios preliminares. Sin embargo, ambientalistas y expertos temen que este sea el primer paso hacia una explotación irreversible, que podría causar un daño irreparable en la biodiversidad de la región.
El impacto en la biodiversidad y las comunidades
La Amazonía es una de las regiones más ricas en biodiversidad del mundo. Alberga especies únicas de flora y fauna que dependen de su ecosistema prístino para sobrevivir. Cualquier intervención en estas áreas, como la exploración y explotación de hidrocarburos, pone en riesgo a especies en peligro de extinción, interrumpe los ciclos de carbono y agua, y contribuye al avance del cambio climático.
Pero el impacto más devastador podría recaer en las comunidades indígenas. En áreas como la Reserva Nacional Amarakaeri y la región de Ucayali, los lotes abarcan territorios donde viven pueblos en aislamiento voluntario. Estas comunidades dependen enteramente del bosque para su subsistencia y cualquier intervención podría obligarlos a desplazarse o enfrentarse a nuevas amenazas, como la introducción de enfermedades externas.
Intereses económicos versus derechos indígenas
La Ley N° 26834 de Áreas Naturales Protegidas prohíbe expresamente la venta y explotación de recursos en zonas protegidas. Sin embargo, un informe revela que, en una de las reuniones entre altos funcionarios, incluyendo al presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, se habría facilitado el proceso para que Perú Petro avance con la venta de estos territorios. Esto generaría que muchos cuestionen si los intereses económicos están primando sobre la protección del medio ambiente y los derechos de las comunidades indígenas.
Por otra parte, Perú Petro ha argumentado que, si no se exploran estos recursos, el costo de vida podría aumentar significativamente en los próximos 15 años debido a la importación de energía. Aun así, ambientalistas señalan que el verdadero costo sería la destrucción de uno de los ecosistemas más valiosos del planeta y la vulneración de los derechos de quienes habitan estas tierras desde tiempos inmemoriales.