Por: Carolina Padilla
Tras dos años de pandemia, el ‘’Cristo Moreno’’ se reencontró con sus fieles creyentes en diversos recorridos realizados durante todo el mes de octubre. Fueron los días 08, 18, 19 y 28 de octubre los primeros cuatro recorridos que juntó a muchos peruanos en la calles del Centro de Lima para acompañar, agradecer y renovar su fe.
Las avenidas más emblemáticas, los hospitales nacionales y hogares limeños que se cruzan en el recorrido del anda fueron decoradas para su recibimiento. Y es que durante los años 2020 y 2021 debido a lo vivido por la Covid-19, las aglomeraciones en cualquier espacio público estaban prohibidas. Este año, tras una disminución considerable de contagios y a que cada vez hay más gente vacunada, existen menos riesgos y las restricciones quedaron anuladas.
El 01 de noviembre fue el quinto y último recorrido del Señor de los Milagros, lo que ocasionó un multitudinario acompañamiento alrededor del anda por parte de sus fieles devotos. Durante la procesión, Diario La Otra Cara pudo conversar con Aquelina Solorzano, una estudiante de 22 años que acompañó a su madre durante todo el recorrido.
¿Cuéntanos qué es lo que vienes a agradecer al ‘’Cristo de Pachacamilla’’ este año?
Estoy acompañando a mi mamá, en mi familia somos muy creyentes del Señor de los Milagros. Durante la pandemia uno de mis familiares sufrió mucho por el coronavirus hasta ser internado en UCI. Mi mamá le oraba mucho al Señor de los Milagros y mi tío pudo salvarse. Es por eso que hoy estamos aquí para agradecerle el milagro.
¿El próximo año te volveremos a encontrar aquí?
Claro que sí, hoy más que nunca nuestra fe sigue intacta y estamos muy agradecidas.
Así como esta familia, muchos peruanos también viajaron hasta Lima para acompañar el anda. Recordemos que el Señor de los Milagros es venerado desde 1655 cuando se produjo un terremoto en Lima y Callao, el cual destruyó todo lo que estaba a su paso a excepción del muro que tenía pintada la imagen de Jesús crucificado, considerándose como un primer milagro. En 2005, es designado por el Vaticano y el Arzobispado de Lima patrón de los peruanos residentes e inmigrantes.
La sagrada pintura fue guardada en la Iglesia de las Nazarenas hasta el próximo año.