La Navidad conmemora el nacimiento de Jesús, un evento central en el cristianismo que simboliza esperanza y renovación. Durante los primeros siglos, los cristianos no celebran esta fecha, ya que se enfocan más en la Resurrección de Cristo. Fue en el siglo IV cuando se inició su celebración oficial para resaltar su importancia espiritual.
El 25 de diciembre fue elegido por la Iglesia Católica para coincidir con festividades romanas como el solsticio de invierno. Esta decisión permitió que el cristianismo se adaptara a tradiciones existentes y consolida su influencia. Con el tiempo, esta fecha se convirtió en un símbolo universal de amor y unidad.
Tradiciones como el árbol decorado, los regalos y los villancicos se incorporaron desde Europa y América. Aunque su origen es diverso, estas costumbres enriquecieron la celebración navideña. Hoy en día, la Navidad une familias y culturas, mezclando valores religiosos y laicos.
Por: Cristina Verde