Inicio Regiones Septiembre florece en amarillo

Septiembre florece en amarillo

La llegada del 21 de septiembre mueve cada año a miles de limeños a buscar flores amarillas para regalar a sus seres queridos. Entre mercados, florerías y puestos improvisados, la expectativa ya se siente en la ciudad

76
0
La esperanza también florece en amarillo. En mercados de Lima, los girasoles se han convertido en la flor amarilla más solicitada para este 21 de septiembre. Fuente: Unsplash

Mañana Lima amanecerá vestida de amarillo. Cada esquina, cada mercado y hasta los parques se llenarán de flores que se entregan como un gesto de afecto y esperanza en el inicio de la primavera. Es una costumbre que en los últimos años ha cobrado fuerza, especialmente entre los jóvenes, quienes han hecho de este día una cita especial.

En medio de esa expectativa está Sebastián, estudiante de la Universidad Nacional Federico Villarreal, que esta tarde recorre las florerías del centro en busca de una rosa amarilla para su novia. “Quiero que sea especial, porque es un detalle sencillo pero que dice mucho”, comenta mientras revisa los arreglos que ofrece Don Manuel Araujo, uno de los vendedores más conocidos del mercado de Acho. Con una sonrisa, el comerciante asegura que en estas fechas las ventas se multiplican.

Pero Sebastián no es el único. A pocos metros, María, madre de familia que llegó desde Huancayo, carga un ramo de girasoles que piensa llevar a casa para sorprender a sus hijos. “En mi tierra siempre celebramos la primavera con flores. Ahora que vivo en Lima no quiero que mis pequeños pierdan esa costumbre”, cuenta orgullosa.

La tradición no solo se vive en la capital. En regiones como Junín, Ayacucho y Cusco, los mercados también se preparan desde hace días. Allí, el 21 de septiembre se recibe con ferias locales y celebraciones escolares donde las flores amarillas son protagonistas. El mismo camino recorren los camiones que transportan grandes cargamentos hacia Lima, especialmente desde Huaral, Huacho y Cañete, donde se concentra gran parte de la producción.

Los comerciantes explican que el movimiento comercial se intensifica cada año. Ya no solo se trata de flores cultivadas, también de opciones creativas: “La gente no solo busca ramos tradicionales, ahora están de moda las flores tejidas, los amigurumis con forma de girasol o margarita. Al final, lo que importa es el color amarillo”, afirma Don Manuel mientras acomoda los girasoles en su puesto.

El detalle amarillo que no se marchita. Además de las flores naturales, los amigurumis tejidos se han vuelto tendencia entre jóvenes que buscan regalar un recuerdo.

Para la socióloga Hilda Otoya, este fenómeno tiene un trasfondo que va más allá del simple acto de regalar:
“Más allá de lo romántico, las flores amarillas se han convertido en un símbolo de renovación y de unión. Es una manera de compartir un mismo lenguaje afectivo en la ciudad, donde todos, amigos, parejas o familiares, participan de un gesto colectivo que refuerza los vínculos sociales”.

Aunque todavía faltan horas para el 21 de septiembre, ya se observan puestos improvisados y vendedores en las calles de Lima ofreciendo desde flores vivas hasta alternativas artesanales. El año pasado, la demanda se disparó y todo indica que este año ocurrirá lo mismo. Entre ramos, girasoles, rosas o amigurumis tejidos, la ciudad se prepara para teñirse de amarillo, confirmando que esta tradición llegó para quedarse.

Por:Nikolai menacho

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí