
Con el lanzamiento de las Galaxy XR, Samsung marca un antes y un después en el terreno de la realidad extendida (XR). Este nuevo visor combina lo mejor de la realidad virtual y aumentada con la potencia del ecosistema Galaxy, ofreciendo pantallas de altísima resolución, un brillo sin precedentes y compatibilidad con todas las aplicaciones Android. La compañía surcoreana busca así posicionarse como líder en la próxima generación de experiencias inmersivas, fusionando tecnología, diseño y conectividad en un solo dispositivo.
Una plataforma abierta, escalable y con IA multimodal
Las Galaxy XR se posicionan como la primera generación de dispositivos “IA‐nativos” de Samsung, pensados para funcionar en entornos de trabajo, ocio y descubrimiento. Integran el asistente de IA Gemini de Google, permitiendo interacciones mediante voz, gestos y visión, con capacidad de reconocer el entorno, responder de forma conversacional y manejar tareas directamente desde el visor.
Samsung define este lanzamiento como el primer paso dentro de una hoja de ruta más amplia que incluirá diferentes formatos XR, como gafas inteligentes más ligeras, dentro del ecosistema Android XR.
Diseño, pantallas y hardware de alto nivel
Las Galaxy XR utilizan paneles micro-OLED de ultra alta resolución (mayor a 4K, por ojo) con más de 27 millones de píxeles en total, una tasa de refresco configurable hasta 90 Hz y un campo de visión de 109° horizontal por 100° vertical, superando a muchos visores de generación anterior.
El dispositivo está impulsado por el procesador Snapdragon XR2+ Gen 2, el último de la mano de Qualcomm, acompañado de 16 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento. Incluye además cámaras “pass-through” de alta resolución, sensores de seguimiento ocular, de manos y cabeza, y micrófonos con cancelación de ruido.
El peso del visor ronda los 545 g, con batería externa adicional, lo que lo hace más ligero que algunos rivales directos en su categoría. El diseño incluye escudo de luz desmontable, correas ajustables y un acabado pensado para sesiones prolongadas.
Experiencias diferenciadas: entretenimiento, productividad y más
Las Galaxy XR permiten disfrutar de contenidos en un “cine personal”, conectar múltiples pantallas virtuales, jugar con seguimiento de movimiento y usar aplicaciones de Android optimizadas para XR, como Google Maps, YouTube, Google Photos, entre otras.
En cuanto a productividad, el visor permite trabajar con lienzos virtuales en 3D, editar vídeos en entornos inmersivos y colaborar a distancia con pantallas gigantes virtuales. En el ámbito de uso profesional, Samsung ya ha anunciado su uso en formación industrial avanzada y entornos colaborativos con socios como Samsung Heavy Industries.
Además, la integración del asistente Gemini permite funciones como “Circle to Search” —dibuja un círculo con la mano y se inicia una búsqueda contextual—, o transformar fotos 2D en experiencias 3D inmersivas.
Precio, disponibilidad y estrategia de mercado
Las Galaxy XR llegan al mercado estadounidense y surcoreano a un precio de USD 1 799 (aproximadamente la mitad de lo que cuesta el principal competidor actual a nivel global). El dispositivo está disponible desde el 21 de octubre en EE.UU. y 22 de octubre en Corea del Sur, con financiación disponible en tienda online y puntos físicos.
Samsung ya ha indicado que la estrategia XR no sólo abarca este visor, sino que se extenderá a gafas más ligeras, colaboraciones con marcas de estilo de vida y una expansión del ecosistema Android XR hacia otros formatos de hardware.
Importancia para la industria tecnológica
Este lanzamiento representa un cambio de paradigma: por primera vez una empresa apuesta por unas gafas XR con IA integrada de fábrica, plataforma abierta y precio competitivo. Samsung aspira a dinamizar un segmento que hasta ahora no ha alcanzado una adopción masiva, ofreciendo hardware potente a un precio más accesible y un ecosistema que puede crecer en distintos formatos.
La apuesta por Android XR frente a sistemas propietarios refuerza la idea de un estándar más abierto para dispositivos inmersivos, lo que podría acelerar su utilización tanto en consumo como en entornos profesionales.
Por: Luis Flores






