Con la próxima disponibilidad de los fondos de la CTS en 2025, miles de peruanos se encuentran frente a una importante encrucijada financiera. Para muchos, este dinero representa una oportunidad única para aliviar cargas. Sin embargo, la disyuntiva entre saldar deudas o incrementar los ahorros puede ser compleja y depende en gran medida de la situación económica individual.
Priorizando las deudas: ¿Cuándo es la mejor opción?
La regla de oro de los especialistas en finanzas personales es clara: si tienes deudas con tasas de interés elevadas, como las de tarjetas de crédito o préstamos personales no garantizados, la opción más inteligente suele ser liquidarlas.
«Pagar deudas con intereses altos es como obtener una ganancia garantizada», explica el economista Diego Macera, miembro del Directorio del Banco Central de Reserva del Perú. «Cada sol que usas para reducir esa deuda es un sol que dejas de pagar en intereses, lo que a la larga significa un ahorro significativo. Es la inversión más segura y rentable que puedes hacer en ese momento».
Además del beneficio económico, cancelar deudas reduce el estrés financiero y mejora tu historial crediticio, abriendo puertas a mejores condiciones en futuros préstamos. Es crucial enfocarse en las deudas más «caras» primero para maximizar el impacto de tu CTS.
Fomentando el ahorro: ¿Cuándo tiene sentido?
Si tu nivel de endeudamiento es manejable o tus deudas tienen tasas de interés bajas como un crédito hipotecario bien estructurado, destinar la CTS al ahorro cobra especial relevancia. Crear o fortalecer un fondo de emergencia es vital. Este colchón financiero, idealmente equivalente a entre tres y seis meses de tus gastos fijos, te protege ante imprevistos como la pérdida de empleo, gastos médicos inesperados o reparaciones urgentes.
«Mucha gente vive al día y no tiene un colchón para emergencias. Si se enferman o pierden el trabajo, tienen que endeudarse y eso es un círculo vicioso», comenta Ana María Chávez, una trabajadora del sector servicios en Lima que planea usar su CTS para su fondo de emergencia. «Con este dinero, por fin voy a tener esa tranquilidad».
Por: Diego Galindo
