La crisis en los hospitales de EsSalud se refleja en la falta de equipos médicos operativos. En el Almenara solo funciona un tomógrafo de cuatro, y en el Rebagliati dos de cuatro. Esta situación obliga a los pacientes a esperar meses por un diagnóstico. En conversación con Diario La Otra Cara, Juan Clinton Prieto Espinoza, tecnólogo médico en radiología, explica cómo esta precariedad afecta tanto al personal de salud como a quienes necesitan atención urgente.
Según un informe de la Defensoría del Pueblo, en el hospital Almenara solo funciona uno de cuatro tomógrafos y en el Rebagliati dos de cuatro. ¿Qué tan frecuentes son estas fallas en los hospitales y cómo impactan en el servicio?
Anteriormente los cuatro tomógrafos dejaron de funcionar durante un tiempo. Cuando eso ocurre, los pacientes son derivados a hospitales cercanos, como el Ramón Castilla, que tiene un tomógrafo de nivel 3 muy avanzado, pero no se da abasto frente a la gran cantidad de asegurados de EsSalud. El problema es que estos equipos se usan más allá de su tiempo de vida útil. A veces incluso desarman unos para aprovechar piezas en otros. Todo eso retrasa diagnósticos que deberían hacerse de inmediato.
¿Y qué tan notoria es la diferencia cuando un equipo tiene buen mantenimiento y cuando no?
Es evidente. Por ejemplo, los tubos de rayos X de los tomógrafos trabajan día y noche y, si no reciben el mantenimiento adecuado, se queman. Cuando eso ocurre el equipo queda totalmente inoperativo. Lo mismo pasa con los rayos convencionales. En el caso de los resonadores magnéticos es más complicado aún, porque funcionan con helio líquido, que es escaso y caro. Si el equipo se detiene, puede quedar parado semanas o meses.
¿Qué consecuencias genera todo esto en los pacientes?
Esperas larguísimas. Una simple tomografía puede demorar hasta dos meses y medio entre cita, examen y resultado. Imagínese lo perjudicial que es eso para un paciente que necesita una detección temprana, por ejemplo, en casos de cáncer. Además, hay gente que acampa afuera de los hospitales solo para conseguir una cita.
¿Y para ustedes como profesionales de salud qué significa?
Estrés y frustración. Nosotros tenemos la capacidad para atender bien, pero si el equipo no funciona, quedamos limitados. A veces tenemos que reprogramar citas y explicar al paciente que debe esperar otra vez. Eso genera incomodidad, malestar y desconfianza.
Entonces, ¿esto es principalmente un problema de gestión?
Sí, de gestión y de logística.
¿Qué mensaje darías a las autoridades?
Que prioricen la gestión y la logística para dotarnos de equipos óptimos. Solo así podremos brindar diagnósticos rápidos y un servicio de calidad. El derecho a la salud no debería implicar pasar la noche en la calle para conseguir una cita.
Por: Jean Claude Cieza