
La noche limeña se encendió con un espectáculo de contrastes en sus plazas más emblemáticas. En la Plaza San Martín, los personajes de terror y la fantasía más oscura se hicieron presentes. El escalofriante Joker, con su traje rojo y sonrisa maníaca, y un aterrador payaso de circo que evoca a Art the Clown, atrajeron todas las miradas con sus tenebrosos disfraces.
Mientras tanto, en la icónica Plaza Mayor de Lima, el ambiente era más familiar y heroico. Un grupo que emulaba a la familia —con el padre y sus hijos— posó para la cámara, destacando la presencia de Batman como el superhéroe protector y un policía que añadían un toque de seguridad y orden al encuentro nocturno en el centro histórico. Estos encuentros demuestran cómo las plazas de Lima se convierten en escenarios vibrantes para el célebre día.

En el Jirón de la Unión, epicentro del tránsito peatonal y comercial, la creatividad tomó un giro macabro: un par de payasos inspirados en la franquicia de McDonald’s —con sus trajes icónicos manchados y rostros tenebrosos— hicieron una parada en seco bajo una luz de neón. Muy cerca, la atmósfera se cargó de misterio con un personaje de guerrera oscura o enfermera demoníaca, armada con un paraguas alado, que se alzaba en medio de la multitud.
Mientras el Jirón de la Unión vibraba con el horror y el cosplay detallado, la Plaza Mayor de Lima ofrecía un contraste más alegre y familiar. Frente al imponente monumento, la nostalgia de los videojuegos se hizo presente con una entusiasta pareja disfrazada de los hermanos Mario y Luigi, quienes saludaron a la cámara, inyectando un toque de color y sana diversión al ambiente nocturno de la capital.

Mascotas y Niños se Suman a la Fiesta
La jornada de disfraces en el centro de Lima demostró ser una fiesta verdaderamente inclusiva, donde no solo los adultos y jóvenes se sumaron a la celebración, sino también los más pequeños de la familia y sus adorables mascotas.
En los alrededores de la Plaza San Martín, los protagonistas caninos robaron el show con sus creativos atuendos. Dos perros, visiblemente felices, atrajeron la atención de los transeúntes: Un Pitbull lució un traje deportivo verde limón con detalles azules, mientras que un Bulldog causó sensación con un disfraz de vaquero, completo con sombrero y chaleco. Su presencia resaltó la creciente tendencia de las familias a integrar a sus engreídos de cuatro patas en las festividades.
Además de las mascotas, se observó que la celebración fue un evento familiar, con muchos niños participando activamente. Aunque no aparecen directamente en estas fotos, su presencia disfrazada en las plazas fue constante, buscando dulces y posando junto a sus personajes favoritos. El ambiente, mezclando el terror de los disfraces adultos y la inocencia de los niños y mascotas, confirmó que Lima es un punto de encuentro para todas las edades en la noche de Halloween.
Por:Jean Cieza
            





