En este lugar se llevó a cabo la famosa Conferencia de Punchauca, un encuentro entre el Libertador José de San Martín, líder del Ejército Libertador del Sur, y el Virrey José de La Serna, representante de la monarquía española. Ambos acordaron reunirse el 2 de junio de 1821 para discutir una salida pacífica al conflicto armado y evitar más derramamiento de sangre. San Martín proponía la independencia del Perú bajo una monarquía constitucional, es decir, que el Perú fuera libre de España pero gobernado por un príncipe europeo. La Serna, por su parte, no tenía autoridad para conceder la independencia y pidió consultar con España. Aunque el diálogo fue respetuoso y diplomático, no se llegó a un acuerdo definitivo. Aun así, la conferencia marcó un punto de inflexión, ya que pocos meses después, el virrey se retiraría a la sierra y San Martín ingresaría a Lima para proclamar la independencia el 28 de julio de 1821.
Actualmente, el monumento muestra visibles signos de deterioro. Sus muros están agrietados, el techo se ha desplomado en varias secciones, y grafitis cubren buena parte de su fachada. La hacienda fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación en 1980, pero los esfuerzos por preservarla han sido escasos y discontinuos.

el historiador Josthin Ponce bachiller de historia de la (UNMSM) sostiene que Punchauca no es solo una construcción antigua, sino un espacio simbólico donde se discutió el futuro del Perú independiente. “Es increíble que, siendo parte clave del proceso de independencia, sea más conocida en libros que por los propios limeños”. También señala que recuperar estos espacios históricos fortalece la identidad nacional: “La historia no es solo fechas; son lugares vivos que nos conectan con lo que fuimos y con lo que podríamos ser”.
Según los vecinos de la zona, la hacienda ha sido invadida por personas que la usan para actividades ajenas a la conservación del patrimonio. “Aquí vienen a beber, hacer fogatas, y no hay vigilancia ni señalización. Da pena ver cómo lo han dejado”, comenta Marco Cuadros, poblador de Carabayllo.
Sin embargo en mayo del 2024, el Ministerio de Cultura anunció el inicio del proceso de recuperación del inmueble. Se contrató a la empresa Muraria S.A.C. para la elaboración del expediente técnico, con una inversión de más de 582 mil soles y un plazo de 180 días calendario para su ejecución. Esta es una de las primeras acciones concretas en décadas para rescatar este espacio de valor histórico.
Diversos colectivos culturales han impulsado campañas para visibilizar la situación de Punchauca, exigiendo que no solo se restaure, sino que se integre activamente al circuito educativo y cultural de Lima Norte.
Para muchos, recuperar Punchauca no es solo restaurar una edificación, sino revivir un punto crucial en la historia del Perú.
Por: Vianca Diaz