Diversas empresas de transporte público en Lima Norte, como La Nueva Estrella, Vipusa y Sesosa, retomaron un paro de 48 horas debido a las constantes amenazas y extorsiones que sufren sus conductores. La medida busca presionar al Gobierno para que implemente soluciones efectivas ante el creciente clima de inseguridad que los transportistas enfrentan diariamente.
Los distritos más afectados fueron Ancón, Puente Piedra, Comas y Ventanilla, donde los usuarios, en su mayoría trabajadores y estudiantes, se encontraron varados por varias horas debido a la falta de autobuses. Los ciudadanos manifestaron su frustración ante la ausencia de transporte, recurriendo a taxis colectivos.
A pesar del paro generalizado, algunas unidades de transporte continuaron operando de forma reducida, lo que generó largas esperas y autobuses abarrotados. Los usuarios reportaron tiempos de espera de más de treinta minutos, lo que agravó aún más el malestar.
En respuesta a la situación, el Ministerio de Trabajo emitió un comunicado sugiriendo a los empleadores priorizar el teletrabajo o flexibilizar los horarios de ingreso, otorgando hasta dos horas de tolerancia a los trabajadores que se ven afectados por la falta de transporte. Se recuerda que los retrasos derivados de esta situación no deben ser sancionados.
Anuncian nuevo paro
Los transportistas han advertido que, de no recibir una respuesta adecuada del Gobierno, las protestas podrían extenderse. Las empresas afectadas insisten en que la única forma de retomar sus actividades con normalidad es garantizando la seguridad tanto para los conductores como para los usuarios. Además, han anunciado una nueva paralización programada para este jueves 26 de septiembre.
Dirigentes de las empresas del norte de Lima han solicitado que se sumen más rutas a la protesta. Un vocero del sector señaló: «Estamos aquí para pedir a las autoridades que tomen acciones pertinentes para acabar con la delincuencia en esta zona. Todos los gremios deben unirse a esta causa; estamos defendiendo nuestra vida ante las constantes extorsiones».
El portavoz también informó que actualmente hay entre 300 000 y 400 000 transportistas operando en Lima Metropolitana, quienes se sienten amenazados por la criminalidad. «Si no hacemos esta protesta, estaríamos de acuerdo con los extorsionadores», agregó, enfatizando la necesidad de una respuesta inmediata por parte de las autoridades.
Estudiante de Ventanilla afectada por paro: «No tenemos transporte seguro»
Ruth Socorro, estudiante de la Universidad César Vallejo (UCV) y residente en Ventanilla, es una de las tantas personas gravemente afectadas por el paro de transportistas en Lima Norte. La suspensión del servicio, en respuesta a las extorsiones y amenazas contra los conductores, paralizó varias rutas clave y generó caos en los paraderos.
La estudiante explicó cómo el paro trastocó su rutina diaria. «Yo tomo el bus desde Ventanilla hasta la universidad, pero con el paro no había forma de moverse. Me levanté temprano esperando que fuera más fácil, pero en el paradero ya había una fila inmensa», relató. A pesar de esperar por más de una hora, los buses que pasaban estaban llenos o no se detenían. «La situación era desesperante. La gente estaba en los paraderos desde muy temprano y no había cómo avanzar», agregó.
La falta de transporte también tuvo un impacto económico en su día a día. «Intenté tomar un taxi colectivo, pero los precios estaban inflados. Normalmente pago entre 5 y 7 soles, pero estaban cobrando el doble o más», indicó Ruth, quien terminó gastando mucho más de lo habitual solo para poder llegar a clases.
La estudiante expresó su preocupación por la falta de acción por parte de las autoridades. «No solo estamos hablando de una interrupción del servicio, sino de un problema de seguridad. Es injusto que no podamos tener transporte seguro. Todos los días tenemos miedo de que algo le pase a los conductores o a nosotros mismos», concluyó.
Fuente: Ruth Socorro (estudiante afectada por el paro de transportistas)
Por: Milagros Calvay Laynes