
Desde el punto de vista financiero, el tren de cercanías representa una inversión estrategia en la infraestructura urbana de Lima, ya que se espera que pueda ahorrar tiempo y dinero para los usuarios, además de mejorar en la eficiencia del transporte urbano.
Se estima que el trayecto de Lima a Chosica pueda tomar entre 45 y 60 minutos, reduciendo en gran parte el tiempo promedio actual, que es de entre 2 a 3 horas en horario de tráfico. También reducir la demanda de buses, combis y colectivos informales, que reduciría el gasto público en salud y seguridad vial.
La descongestión del tráfico en la Carretera Central también sería clave para un transporte de mercancías más ágil desde el centro del Perú hacia Lima. Gradualmente también generaría oportunidades de empleo directo e indirecto cercano a estaciones, mantenimiento, comercios de cercanía y turismo.
Fecha de inicio de operaciones
Marcha blanca: Es una etapa previa al inicio formal de operaciones de un sistema de transporte. En este caso, se trata de una fase de pruebas técnicas del tren Lima–Chosica, donde las locomotoras y vagones recorren la ruta sin pasajeros, con el objetivo de evaluar su comportamiento real en condiciones operativas.
En julio de este año arribaron a Lima los primeros vagones y locomotoras donadas desde Estados Unidos, que fue presentado en el Parque de la Muralla, se anunció una ‘marcha blanca’ para finales de julio, sin embargo, aún no hay una fecha oficial para el inicio de operaciones regulares. Y según el MTC dicha marcha no se realizará finalmente.
Los retos pendientes
Otro aspecto a tener en cuenta son los costos de operación, a pesar de que estos trenes fueran “donados”, el mantenimiento de los trenes diésel-eléctricos son altos (aceites, repuestos importados, personal calificado, etc.), tampoco hay un modelo tarifario definido, cuál será el costo del pasaje o si existirá algún subsidios para usuarios, por ello, es complicado calcular la sostenibilidad económica del proyecto.
Demanda estimada del servicio y efectos sobre el mercado
Se espera que el transporte diario del tren sea de unos 200,000 pasajeros de distritos como Ate, Santa Clara, Chaclacayo, entre otros. Además de que el valor del suelo urbano cerca a las nuevas estaciones pueden tener un potencial aumento de entre 10% a un 25% en terrenos, viviendas, incrementando así inversiones privadas.
Lo que se espera
Este proyecto es una inversión de infraestructura que beneficiará a los limeños, dando una alternativa a los ruidosos vehículos de transporte público, y de cierta manera al tráfico vehicular en hora punta, logrando combinar eficiencia, inclusión y tambien ahorro. Sin embargo, su éxito tambien depende de una buena gestión técnica, un modelo económico viable y sistema integrado, que lo conecte y sea compatible con los corredores, Metro de Lima y el Metropolitano.
Por Piero Aponte