En conversación con el Diario La Otra Cara, Cesar Vázquez, residente en Utah, afirmó que la clase política de Estados Unidos ignora la violencia armada y prefiere debatir temas secundarios como la migración o el matrimonio igualitario. Reclamó que los partidos deben priorizar leyes estrictas para controlar la venta de armas y evitar nuevas tragedias.
¿Cómo recibiste la noticia de la muerte de Charlie Kirk?
Fue una noticia muy tocada aquí en Utah. Obviamente, no se le desea la muerte a nadie, aunque tengamos ideales y pensamientos distintos. Hay formas de educar a la gente; no hay que llegar a la violencia para alzar la voz.
¿Cómo reaccionó la comunidad en tu estado?
Utah es un estado mayoritariamente mormón; más del 95 % pertenece a esa religión. La mayoría lo tomó con tristeza y pesar. Pero también está ese 5 % que viene de diferentes países y comunidades: Latinos, haitianos, asiáticos, personas LGBT… Como se sabe, Kirk tenía pensamientos muy cerrados y atacaba mucho a esos grupos. Entre ellos, lo que más escuché fue: “No se le desea la muerte a nadie”, aunque también recordaban que él mismo dijo barbaridades como que el precio de adquirir armas sería acabar con la vida de algunas personas. Muchos sienten que se comió sus propias palabras.
¿Después de lo ocurrido, cómo te sientes al asistir a eventos públicos?
La verdad, no me siento seguro. Antes de este caso ya había atentados en todo Estados Unidos. Cuando voy a un concierto, a una campaña o incluso al parque, siempre estoy alerta.Siento que hoy en día se está haciendo, entre comillas, legal la discriminación. Y muchos se agarran de eso para fomentar el odio. Así uno viva en el mejor barrio, incluso dentro de la familia, uno no está seguro con nadie.
¿También vives esa inseguridad en tu trabajo?
Sí. Yo trabajo en un banco y siempre estoy atento a los movimientos de la gente. Tenemos un botón debajo del escritorio para llamar a la policía, pero igual me preparo: Estudio el área, veo por dónde escapar, hago contacto visual con las personas que entran para que se sientan intimidadas.Incluso cuando saco a pasear a mi perro voy mirando quién está delante de mí. Y eso que estoy en Estados Unidos; si estuviera en Perú, sería el doble.
Mencionaste el tema de las armas. ¿Qué opinas del acceso a ellas en EE. UU.?
Aquí obtener un arma es súper fácil y no hacen ningún tipo de verificación. No revisan antecedentes, no piden huellas, nada. Yo creo que deberían ser más estrictos: exigir huellas digitales, antecedentes penales y policiales, exámenes psicológicos.
¿Y cómo ves el papel de los políticos?
Siento que se enfocan en tonterías: en anular el matrimonio igualitario, en quitar el parole a los venezolanos, en la deportación de latinos. Hasta en cosas como la contaminación ambiental, que sí son importantes, pero no urgentes como la seguridad.
Espero que este caso, que fue sonado a nivel mundial, les toque el corazón y les abra los ojos.
¿Qué impacto tendrá en la sociedad de Utah?
La gente se cuidará mucho más. Antes, en campañas o marchas, participaba bastante gente; cada año es menos. Y ahora, después de lo sucedido, dudo que muchos asistan. Preferirán informarse por televisión o radio.¿Quién imaginaría que en una universidad prestigiosa iba a pasar algo así? Eso demuestra que puede ocurrir en cualquier lado.
¿Qué reflexión final te deja lo sucedido con Charlie Kirk?
Hay que estar alertas y asistir solo a eventos donde uno se sienta seguro. La violencia, la muerte y la venganza no son el camino para expresar diferencias políticas, religiosas o de orientación sexual.La violencia nunca es buena. La muerte no se le debe desear a nadie. Existen formas de enseñar que las generaciones cambian, que la vida cambia, que el mundo cambia.Quizás ahora muchos no cambien, pero confío en que en 50 o 100 años la situación mejore y el mundo sea más inclusivo, informado y educado.
Por:Jean Cieza