Triste final. Desde su presentación, Windows 10 fue un sistema operativo fiable y estable. Fuente: Ardilu
El reloj llegó a cero para uno de los sistemas operativos más dominantes de la historia; Microsoft finalizó oficialmente el soporte estándar para Windows 10 el pasado 14 de octubre, marcando el fin de su ciclo de vida y el cierre de una era para cientos de millones de usuarios en todo el mundo.
Lanzado en julio de 2015, Windows 10 se consolidó como una plataforma estable y omnipresente, logrando una adopción masiva.
Este cese de soporte significa que, a partir de esa fecha, ya no se proporcionaran actualizaciones de seguridad cruciales, parches para vulnerabilidades, ni soporte técnico gratuito.
Las computadoras que continúen ejecutando Windows 10 seguirán funcionando, pero se volverán progresivamente más vulnerables a nuevos virus, ransomware y cualquier otro software malicioso.
Con esta medida, la gigante tecnológica inicia una desconexión forzada para impulsar la adopción de su sistema operativo más reciente, Windows 11.
¿Y ahora qué?
Microsoft ha dado tres caminos para los millones de usuarios y empresas que aún dependen de Windows 10.
1. Actualizar a Windows 11
La actualización es gratuita para los usuarios de Windows 10 cuyos equipos cumplan con los estrictos requisitos de hardware.
Sin embargo; el nuevo software exige especificaciones modernas, como tener un chip de seguridad TPM 2.0 (Módulo de Plataforma Segura) y una CPU relativamente reciente para su correcta instalación.
Esto deja a millones de computadoras perfectamente funcionales «varadas» en Windows 10 e incapaces de actualizar oficialmente.
2. Soporte extendido gratuito, para usuarios seleccionados
Microsoft reconociendo que la transición a Windows 11 será progresiva y lenta ofrece, por primera vez para usuarios individuales, un programa de «Actualizaciones de Seguridad Extendidas» (ESU).
El costo anunciado para el primer año es de $61 dólares; el precio se incrementará significativamente cada año, durante un máximo de tres años, para incentivar la migración al nuevo sistema operativo.
Microsoft ha confirmado que el primer año de ESU será gratuito exclusivamente para dos grupos (cubriendo hasta octubre de 2026):
- Instituciones Educativas (con licencias Pro, Education o Enterprise).
- Usuarios de PCs en la Nube de Microsoft (como Windows 365 o Azure Virtual Desktop).
Para todos los demás usuarios en casa, la seguridad extendida tendrá un costo inmediato.

Soluciones. Microsoft ha otorgado un soporte extendido de manera gratuita a algunos usuarios hasta el 13 de octubre de 2026. Fuente: HardZone
3. Hacer de “la vista gorda”
Si bien el sistema operativo no se «apagará», cualquier nueva vulnerabilidad descubierta por ciberdelincuentes no será reparada por Microsoft, convirtiendo a estos equipos en blancos fáciles para el robo de datos e identidad.
El ejemplo más devastador fue el ataque global de ransomware WannaCry en 2017, que infectó cientos de miles de computadoras en más de 150 países.
WannaCry explotó una vulnerabilidad para la cual los sistemas XP ya no tenían parche, paralizando hospitales, agencias gubernamentales y grandes corporaciones, demostrando el caos y los costos millonarios que genera operar un sistema sin soporte.
El fin de Windows 10 es relevante para una era, el sistema que introdujo el modelo de «Windows como servicio», con actualizaciones de características semestrales.
Expertos en ciberseguridad recomiendan a los usuarios y, especialmente, a las pequeñas empresas, a tomar medidas inmediatas, verificar la compatibilidad con Windows 11 o presupuestar el costo del programa ESU para evitar convertirse en víctimas de ciberataques en los próximos meses.
Por: Raul Gomez







