De película. José Jerí asume el cargo de Presidente de la República luego de una larga jornada en el parlamento. Fuente: France 21.
José Jerí, quien hasta la madrugada del 10 de octubre se desempeñaba como presidente del Congreso, asume las riendas de un país polarizado y hastiado de sus líderes políticos.
Su llegada al Palacio de Gobierno no fue por elección popular, sino por la línea de sucesión constitucional, un camino que en los últimos años se ha convertido en una ruta frecuente hacia el poder en Perú.
En su primer discurso, prometió un «gobierno de transición, de empatía y de reconciliación nacional», con la mira puesta en las elecciones generales de abril de 2026.
Sombras sobre su mandato
La principal controversia que ensombrece el inicio de su gobierno es una grave denuncia por presunta violación sexual presentada en su contra en enero de 2025.
Aunque el caso fue archivado por la fiscalía por falta de pruebas, ha dejado una marca indeleble en su reputación. Organizaciones feministas y de derechos humanos han cuestionado duramente su idoneidad para el cargo.
A esto se suma una denuncia por desobediencia a la autoridad, por presuntamente negarse a cumplir una orden judicial de recibir tratamiento psicológico a raíz de la primera investigación.
Pasado cuestionable. El actual mandatario tiene en sus hombros una denuncia por violación sexual. Fuente: El País.
La rápida ascensión de Jerí resulta aún más sorprendente dadas sus declaraciones pasadas.
En una entrevista con el diario El Comercio en agosto, apenas dos meses antes de asumir el cargo, el entonces presidente del Congreso fue consultado sobre la posibilidad de reemplazar a Dina Boluarte si esta era destituida.
Su respuesta fue tajante, asegurando que no aceptaría el cargo por respeto a la «institucionalidad presidencial y por la proximidad del fin del mandato».
Este cambio de postura ha sido duramente criticado por la oposición y la opinión pública, quienes lo acusan de incoherencia y de aferrarse al poder.
Contradicciones. «Personalmente yo desistiría», afirmó José Jerí para una entrevista al diario El Comercio. Fuente: El Comercio.
Reacción de los medios internacionales
La noticia de un nuevo presidente en Perú fue recogida de inmediato por la prensa extranjera, que enmarcó el suceso como un síntoma más de la «crónica inestabilidad» del país.
Medios como The Guardian (Reino Unido), El País (España) y la BBC destacaron la fragilidad de la democracia peruana, señalando a Jerí como el «séptimo presidente en menos de una década».
Las agencias internacionales como Reuters y Associated Press pusieron el foco en el controvertido perfil del nuevo mandatario, informando sobre las graves acusaciones en su contra y el amplio rechazo popular que ha generado su nombramiento.
Los titulares internacionales han pintado la imagen de un Perú sumido en el caos político, donde los presidentes son efímeros y la gobernabilidad es una utopía.
La mayoría de los reportajes subrayan que su gobierno nace débil, con una legitimidad cuestionada y bajo la sombra de un Congreso altamente impopular.
Retos de un gobierno de transición
En sus primeras palabras como presidente, Jerí ha declarado la «guerra a la delincuencia», identificándola como el «principal enemigo» del país, en un intento por sintonizar con la mayor preocupación ciudadana que, paradójicamente, costó el puesto a su predecesora.
Con un Congreso fragmentado y una legitimidad cuestionada desde su inicio, el nuevo mandatario deberá buscar consensos mínimos para poder gobernar.
Diversos analistas y políticos de oposición han vaticinado que su gobierno será débil y de corta duración. El futuro inmediato del Perú, una vez más, se presenta incierto y desafiante.
Por: Raul Gomez