Tras las rejas. Los supuestos sobornos que se realizaron en los megaproyectos de Ilo y Hospital Regional de Moquegua puso en pena preventiva al expresidente.
El Perú con otro expresidente en prisión preventiva. Son cinco los ex mandatarios procesados en las últimas dos décadas por actos de corrupción. Una tendencia que refleja una crisis de legitimidad en la política nacional.
El magister en políticas publicas y politólogo, Renato Bautista, sostiene que esta decisión podría ser aprovechada por Vizcarra para sostener un discurso de victimización.
“Vizcarra podría presentarse como víctima de persecución política, lo que le permitiría mantener un sector de respaldo ciudadano”, señaló.
El impacto inmediato, indica Bautista, está en la forma en que los medios de comunicación privados narren el caso.
“La opinión pública en el Perú se ve fuertemente influenciada por la prensa. Si lo presentan como corrupto, reforzarán esa imagen; si lo muestran como perseguido, puede capitalizar apoyo electoral”, advirtió.
Vizcarra asumió la presidencia en 2018 tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski y fue vacado en 2020 por “incapacidad moral permanente”.
Luego, fue inhabilitado por el Congreso en 2021 debido al escándalo del “Vacunagate”. Pese a ello, según encuestas del Instituto de Estudios Peruanos, ha mantenido un núcleo de respaldo entre sectores que lo perciben como un líder enfrentado al Congreso.
El Ministerio Público sostiene varias carpetas fiscales por presuntos sobornos en obras regionales y contrataciones públicas. Para Bautista, el caso de Vizcarra no representa necesariamente el fin de su carrera política.
“Keiko Fujimori tiene también medidas judiciales en su contra y sigue siendo lideresa de un sector importante. En el Perú, los procesos no siempre se traducen en desaparición política inmediata”, enfatizo.
El politólogo sostiene que Vizcarra aún conserva un capital político, aunque limitado, gracias a un sector de la población que lo percibe como una alternativa frente a los partidos tradicionales.
“Lamentablemente en este país hay gente corrupta, entonces no me sorprendería que él siga teniendo respaldo popular. Al ser un político ladino, hay quienes lo apoyan porque se sienten reflejados en él”, expresó.
Para Bautista, Vizcarra podría sobrevivir políticamente si consigue reforzar la narrativa de persecución judicial. Sin embargo, advierte que su margen de acción dependerá de dos factores: la evolución de los procesos judiciales y el trato que reciba de los medios de comunicación.
Por: Angel Chicasaca