Selección. A pesar de la cantidad entregada, no todos los artículos son mostrados al público. Fuente: Ministerio de Cultura
El territorio peruano a lo largo de su historia albergo una gran variedad de culturas, de las cuales solos nos quedan recuerdos como sus antiguas edificaciones y restos de sus artículos culturales.
Sin embargo, desde la invasión europea en el siglo XVI, varios de estos fueron llevados al extranjero y repartidos en museos o colecciones privadas alrededor del mundo.
Esto no solo ocurrió en nuestro país, y con el tiempo muchas naciones exigieron la devolución de su propiedad histórica.
Fue en el año 1970 que la UNESCO prohibió el movimiento ilícito de bienes culturales fuera de su país de origen, gracias a esto los reclamos de devolución empezaron a cobrar fuerza.
En 2009, se presentó la solicitud de devolución de los valiosos textiles Paracas al Museo de Gotemburgo, en Suecia.
Este proceso de repatriación comenzó oficialmente el 11 de junio de 2014 y culminó en julio de 2021. Sin embargo, uno de los acuerdos más significativos se alcanzó en 2010 con la Universidad de Yale, cuando se pactó la devolución de más de 4,000 piezas arqueológicas que habían sido llevadas por Hiram Bingham en 1911 para su estudio, provenientes de Machu Picchu.
Su traslado ocurrió en dos fases entre los años 2011-12, y entregada a la Universidad Nacional San Antonio de Abad del Cusco.
Actualmente están exhibidas en el Museo Machu Picchu de la Casa Concha del Cusco, donde 366 piezas museables son el principal atractivo.
La recuperación continua
A pesar de las dificultades, la tarea de repatriar nuestra historia no se ha detenido, el 1 julio se trajeron al país 132 piezas, procedentes en su mayoría de Europa y Estados Unidos.
- Suiza: 67 piezas
- Estados Unidos: 58 piezas
- Bélgica: 6 piezas
- Colombia: 1 pieza
Entre los objetos más importantes que regresaron al Perú están las piezas de cerámica, como vasijas, cántaros y esculturas de culturas como Nasca, Paracas y Chimú. También resalta un kero, un vaso usado en ceremonias.
Además, se recuperaron textiles antiguos, herramientas de metal como cuchillos y una máscara, así como objetos de piedra usados en rituales. También se devolvieron restos humanos, como cráneos y huesos, que son valiosos para el Perú.
Si bien lo común es pensar que todos los objetos fueron cedidos por diferentes museos como el Museo Real de Arte e Historia de Bélgica y el Museo de Arte e Historia de La Neuveville, en esta ocasión las piezas entregadas por EEUU, Colombia y gran parte de la colección de Suiza son de entregas voluntarias de los ciudadanos.
Un trabajador del museo de Mali nos cuenta:
“Es difícil explicarlo con palabras, porque no es solo recuperar objetos antiguos, es como si estuviéramos trayendo de vuelta partes de nosotros que se habían perdido. Uno ve una vasija, un textil, y no es solo eso: es una historia. Y claro, muchas veces la gente piensa que todo depende de acuerdos entre gobiernos, pero no siempre es así. Hay personas que, sin obligación, deciden devolver lo que tienen. Y eso, para mí, tiene muchísimo valor. Es un gesto que dice: esto no me pertenece, esto tiene que volver a su país.”
Por: Sebastian Campos