En el Perú, el ‘Nombre del Año’ que el gobierno asigna cada 12 meses tiene un propósito simbólico y de gran peso social. A diferencia de la tradición ancestral andina, donde las comunidades indígenas nombran al año basándose en sus cosmovisiones espirituales y cósmicas, el nombre otorgado por el gobierno peruano responde a una estrategia de comunicación política. El ‘Nombre del Año’ refleja las prioridades, desafíos y objetivos nacionales del gobierno y busca alinear la narrativa pública en torno a un tema de interés común.

Este año, se prevé que el «Nombre del Año 2025» se vincule al héroe nacional, el intelectual y político José Faustino Sánchez Carrión, conocido como el «Padre de la República». Este personaje apoyó un papel esencial en la creación de las primeras leyes republicanas y en el fortalecimiento de los ideales de libertad y democracia durante los primeros años de la nación peruana.

Aunque en octubre de este año el Gobierno de Dina Boluarte adelanto que 2025 sería proclamado como el “Año del Bicentenario de José Faustino Sánchez Carrión”, aún no se publica un documento oficial que confirma esta designación. Sin embargo, la propuesta sigue vigente y genera expectación, pues no solo se trata de un homenaje simbólico, sino de un acto oficial que tendrá un impacto en la vida institucional del país.

Este reconocimiento a Sánchez Carrión no solo busca conmemorar su figura histórica, sino también poner en relieve la importancia de la educación y la legalidad en la formación del Estado peruano. La designación de este nombre simboliza la continuidad de un proceso de consolidación republicana, un recordatorio de las luchas por la libertad y la unidad nacional. Si bien el anuncio fue realizado en octubre, se espera que la confirmación oficial llegue en diciembre, con un decreto supremo que valide la denominación para todo el año 2025.

A través de actividades conmemorativas, el gobierno prevé fortalecer la educación histórica en los más jóvenes, a la vez que se valoran figuras que, pese a su trascendencia, son menos visibilizadas en el imaginario nacional. A través de conferencias, exposiciones y otras iniciativas, se buscará dar a conocer su visión política y su contribución al país.

Este homenaje tiene una repercusión directa sobre el patrimonio cultural del Perú, ya que implica que todos los documentos oficiales y eventos del 2025 llevarán este nombre en reconocimiento al legado de un hombre que, a través de su obra, influye en la construcción del Perú contemporáneo.

La lista de los nombres del año en la última década

A continuación, conoce la lista de los nombres del año en Perú:

  • 2024: Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho
  • 2023: Año de la unidad, la paz y el desarrollo
  • 2022: Año del Fortalecimiento de la Soberanía Nacional
  • 2021: Año del Bicentenario del Perú: 200 años de Independencia
  • 2020: Año de la Universalización de la Salud
  • 2019: Año de la lucha contra la corrupción e impunidad
  • 2018: Año del Diálogo y la Reconciliación Nacional
  • 2017: Año del Buen Servicio al Ciudadano
  • 2016: Año de la Consolidación del Mar de Grau
  • 2015: Año de la Diversificación productiva y del fortalecimiento de la educación.

El legado de Sánchez Carrión: educación y democracia

En una entrevista con la profesora de Historia Elizabeth Ramos, abordamos la trascendencia de José Faustino Sánchez Carrión, uno de los personajes más prestigiosos en la historia de la independencia del Perú. Ramos destaca que, aunque su nombre no siempre es tan reconocido como el de otros próceres de la independencia, la figura de Sánchez Carrión es clave para entender el proceso republicano del país. “José Faustino Sánchez Carrión fue un intelectual, un pensador y un firme defensor de las ideas republicanas. Su contribución no solo fue política, sino también cultural y educativa”, señala la profesora.

La docente explica que uno de los aspectos más destacados de su legado fue su compromiso con la creación de una república con principios democráticos y su visión de un Perú moderno, basado en la educación y la justicia. “Sánchez Carrión entendió desde muy joven que la independencia no solo se ganaba en el campo de batalla, sino también en las ideas y en la capacidad de los ciudadanos para construir un Estado libre y soberano”, explica.

Además, subraya la importancia de su labor como escritor y periodista, y su influencia en la construcción de la identidad nacional. A través de su obra “El peruano” y su participación en la creación de la primera constitución republicana, Sánchez Carrión dejó un legado duradero. “Fue un hombre adelantado a su tiempo. A lo largo de su vida, luchó por la consolidación de un sistema republicano que respetara los derechos humanos y promoviera la igualdad”, comenta Ramos.

Por: Milagros Calvay

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí