Estadio Ollantaytambo. Colegio Pascual Saco Oliveros comenzó su semana de olimpiadas. Foto: Edith Vera

El deporte se ha convertido en una estrategia para la promoción del aprendizaje integral en los alumnos. Además, las instituciones están reconociendo el poder del deporte no solo para mejorar la salud física, sino también para fomentar habilidades como el trabajo en equipo, la resolución de conflictos y la autodisciplina.

Importancia del deporte

Oswaldo Yalta, docente de Educación Física y entrenador deportivo, explicó a Diario La Otra Cara que el deporte es la posibilidad de que el ser humano pueda reconocer su cuerpo, sus funciones y sus posibilidades de adaptación al entorno. Asimismo, cuando uno realiza una actividad física, logra que el cerebro se sienta satisfecho con su desarrollo motor.

“En Educación Física, lo que nosotros buscamos es que los estudiantes, al poner en práctica sus capacidades físicas, mejoren su estado de ánimo. No solo cuando metes un gol y ganas, sino en el proceso, cuando identificamos nuestras posibilidades físicas. El lograr pararse de manos o hacer volteretas son desafíos que el cerebro registra como grandes avances y es como logras que la autoestima del ser humano mejore constantemente”, agregó.

La práctica deportiva también le permite al ser humano seguir patrones y a respetar las reglas. Es bien conocido que cada deporte se rige por un reglamento para asegurar el respeto a los participantes y al juego mismo.

“Cuando el estudiante logra respetar el reglamento, también se acostumbra a respetar otras reglas, ya que siempre partimos del juego reglamentado. El niño o adolescente se acostumbra porque sabe que, si no respeta esas reglas, está fuera del juego”.

Yalta también comenta que el reglamento deportivo va más allá de las reglas impuestas para el desarrollo del juego, se consideran aspectos propios del deportista. Por ejemplo, en las escuelas se exige a los alumnos portar una adecuada vestimenta, desarrollar hábitos de aseo, puntualidad y respeto a los demás competidores. Todo ese entorno lleno de indicaciones para mejorar la conducta es propicio en el deporte.

Fomentando la unión

Las olimpiadas escolares no solo promueven la actividad física, también cultivan un sentido de pertenencia y orgullo en sus respectivas instituciones educativas. Los participantes aprenden a establecer metas, afrontar desafíos y desarrollar habilidades de liderazgo mientras compiten en deportes que van desde el atletismo hasta el ajedrez.

Oswaldo Yalta, en su experiencia como docente, afirma que las olimpiadas son un evento que propicia la unión, la solidaridad y el trabajo en equipo. La integración de todos los alumnos es fundamental, ya que un equipo no se forma solo con los mejores competidores, incluye a todos.

Esto también involucra a los padres, quienes muchas veces se unen para formar la barra, armar una coreografía o simplemente para apoyar a sus hijos en el tribunal.

“El principal aporte de este evento es generar una práctica del trabajo en equipo solidario donde todos tenemos el mismo valor y formamos parte del mismo objetivo. Trabajar siendo parte de un equipo y no siendo el protagonista hace que las relaciones mejoren. Siempre después de las olimpiadas vemos que los estudiantes y padres de familia tienen una mejor relación y eso gracias al deporte”, enfatizó.

En resumen, las Olimpiadas escolares no solo son una celebración del deporte, sino también un motor de desarrollo personal y social en el entorno educativo. Estos eventos demuestran cómo el deporte puede ser una estrategia pedagógica efectiva para cultivar habilidades y valores importantes en los estudiantes, preparándolos para un futuro lleno de éxito y logros.

Por: Edith Vera

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