Inundado. Olas rebalsan en las playas del Callao. Foto: Andina

Por: Edith Vera

El oleaje de intensidad moderada se registró desde la segunda semana de enero en el litoral peruano. La bióloga María José Zevallos comentó a Diario La Otra Cara las posibles causas de este fenómeno y las consecuencias que tiene sobre la biodiversidad.

“Principalmente en estos meses existe una mayor concentración de tormentas en el hemisferio norte, esto provoca una debilidad en los vientos y la presión atmosférica que permiten que estas aguas lleguen con mayor intensidad a las costas. Generalmente sucede cuando las corrientes frías, como la de Humboldt, se debilitan y empiezan a traer aguas tropicales del norte”, afirmó.

No ha terminado

Este fenómeno continuará con oleajes de intensidad ligera a fuerte desde el 28 de enero hasta el 2 de febrero según un comunicado de la Dirección de Hidrografía y Navegación (DHN) de la Marina de Guerra del Perú.

Para la bióloga, este tipo de fenómenos que se daban generalmente cada cierto tiempo: “se han vuelto algo recurrente al haber ciertas alteraciones en el planeta, ya no es algo que se pueda pronosticar como un ciclo”.

Hay que tener en cuenta que el origen del actual fenómeno deriva de los tornados y tormentas ocurridas en el sudeste de Estados Unidos y, también, de los sismos continuos en Japón.

Zevallos nos aclara: “Para que suceda esto en el Perú es que a nivel mundial está habiendo cambios: desplazamientos de corrientes, los vientos están disminuyendo o aumentando en ciertos lugares. Todo ese ciclo que estamos acostumbrados a esperar en verano está cambiando y afecta a toda la diversidad”.

Especies en peligro

La bióloga nos explica que todas las especies están adaptadas a ciertas temperaturas y, para que se logren adaptarse a otras, pueden pasar largos periodos de tiempo. Por ello, este fenómeno provoca ciertos cambios en ellas, ya que no están preparados.

“Muchos animales en el litoral son sésiles, están pegados a las rocas, ellos no se pueden movilizar tan rápido como nosotros. Los oleajes los empujan, los golpean y, a pesar de que muchos tienen caparazón como las conchitas, el oleaje los puede perjudicar, los dejan expuestos y empiezan a verse animales muertos en el litoral”, añadió Zevallos.

El cambio brusco de temperaturas es un factor que provoca enfermedades mortales en los animales marinos, así como en el ser humano. Además de generar muertes, los cuerpos putrefactos yacen en la superficie del agua e impiden el paso de los rayos solares, importante para la supervivencia de otras especies.

“Hay muchos seres que necesitan la luz para producir oxígeno, como las algas. Esto puede provocar anoxia, que es la disminución de oxígeno en el agua. Los cambios tan bruscos generalmente producen mortalidad en grandes masas”, afirmó Zevallos.

Puertos cerrados

Otra consecuencia que trajo el oleaje anómalo es el cierre de los puertos, afectando la economía de quienes dependen de esta actividad económica. Hasta el momento, 18 puertos continúan cerrados, según informó el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci).

De la misma forma, la institución instó en suspender las actividades pesqueras y realizar cualquier tipo de actividad cerca al litoral. Esto debido al reporte de dos fallecidos y más de 50 personas rescatadas en Tumbes.

Los puertos cerrados en el norte comprenden: el muelle de Carga Líquida Petro Perú y los terminales multiboyas Punta Arenas y Negritos. En el sur: los puertos Casma, Huacho y Cerro Azul; las caletas Santa, Samanco, Los Chimus, Tortuga, Gramita, Carquín, Vegueta, Tambo de Mora, Lagunillas y Laguna Grande; la bahía Callao, muelle Grau y Bahía Chorrillos.

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