Por: Edith Vera
El Ministerio del Ambiente (Minam) anunció que la prepublicación del proyecto de reglamento de la Ley de Prevención y Control de la Contaminación Lumínica (Ley N° 31316) está prevista para noviembre del 2022.
La elaboración de la normativa está a cargo de un Grupo de Trabajo Multisectorial formado el 22 de marzo del mismo año. Además, cuentan con la participación del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA).
La regulación será aplicable a todas las fuentes de contaminación lumínica y el principal objetivo será mejorar la calidad de vida humana y silvestre. También está enfocada a la prevención de riesgos a la salud, seguridad vial y alteración del paisaje, tal como se menciona en el artículo 1.
Si bien, la resolución ministerial fue aprobada y publicada el 26 de julio del 2021 por el expresidente Francisco Sagasti, la misma refiere que entrará en vigencia al siguiente año de la publicación de su reglamento. Es decir, falta mucho por estipular para que tenga un impacto real en la sociedad.
La propuesta técnica que toma gran relevancia para la normativa es la regulación del límite máximo permisible (LMP) de la luminancia (intensidad de luz sobre un área determinada) utilizada en la publicidad exterior. Esto incluye a vallas, rótulos, tótems y mobiliarios urbanos luminosos o iluminados.
“La contaminación es todo factor que pueda generar efectos adversos sobre el ambiente o la salud humana”, alegó la ingeniería ambiental Angela Huachua. “A pesar de que los carteles luminosos son más rentables para la empresas, el mal empleo de estos resulta en efectos negativos para la salud”.
Por otro lado, mencionó que su uso es importante en la vía pública, ya que activa las cintas reflectivas en las carreteras y orienta tanto a conductores como a peatones. “Es necesaria la luz, pero si son grandes niveles de luminosidad puede interferir con la visión en el camino”, agregó.
Resulta necesaria una regulación que, hasta la fecha, no existe en el Perú. La contaminación lumínica aumenta cada año junto al avance de la tecnología y el uso de luz artificial. Además de traer efectos negativos a la vida humana, también perjudica a la vida silvestre.
Se estima que millones de aves mueren a causa de una excesiva iluminación en las calles. Las aves utilizan el brillo de la luna y las estrellas para guiarse por las noches, sin embargo, terminan perdidas o accidentadas por chocar contra los edificios, ya que la luz excesiva incide directamente en sus vuelos migratorios.
Ante esta iniciativa por cuidar el medioambiente, la directora de Calidad Ambiental y Ecoeficiencia del Minam, Cecilia Cermeño, señaló que la normativa protegerá a las personas y animales nocturnos del exceso de luz artificial. Además “se fomentará el uso eficiente de la energía eléctrica”, mencionó.
Tener en cuenta el nivel de luminosidad para cada ambiente y los lugares en los que son colocados resulta estratégico para aprovechar este recurso. La luz artificial nos permite visualizar las condiciones de la vía y prevenir accidentes de tránsito, por ello, regular esta norma resulta un tema de interés nacional.
