Perseverancia. Cerca de 5 mil comerciantes de flores fueron afectados con el incendio que arrasó con alrededor de 160 stands. Foto: Milenka Quispe

Por: Milenka Quispe

Tras permanecer clausurado por más de dos semanas, el Mercado Mayorista de Flores Santa Rosa, del distrito del Rímac, reabrió sus puertas al público de manera temporal. Cerca de celebrarse la fecha de San Valentín, los comerciantes retomaron sus actividades y la venta de flores en gran variedad de tamaños y aromas, además de preparar los adornos decorativos para la campaña.

Como se recuerda, el 16 de enero un fatídico incendio consumió los establecimientos del mercado dejándolo en cenizas y, con ello, a muchos comerciantes en la calle. Sin embargo, su reapertura en tan corto tiempo evidencia el arduo trabajo y esfuerzo colectivo, tanto de organizaciones públicas y privadas como de los propios comerciantes y autoridades.

Apoyo de organismos

Al día siguiente del fatídico incendio, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) puso en marcha la campaña “Ramos de la solidaridad”, que promovió la adquisición de ramos de flores a costos accesibles. Con los recursos que obtuvieron de la actividad, se consiguió la compra de extintores que fueron instalados adecuadamente en los lugares del centro comercial, conforme a las indicaciones de la norma.

Por su parte, la Municipalidad de Lima se hizo presente brindando apoyo logístico con la adquisición toldos, sillas, agua, servicios higiénicos portátiles y maquinaria para ayudar a remover los escombros. “Hemos venido en representación del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, para coordinar de manera cercana con la Municipalidad del Rímac y ayudar a las personas que lo han perdido todo”, afirmó la funcionaria Isabel Ayala.

Los toldos permitirán que los comerciantes tengan un lugar provisional para vender sus productos y no verse afectados.

Desde cero. Pasillo 2 del Mercado Mayorista de Flores. Foto: Milenka Quispe

Diario La Otra Cara conversó con algunos comerciantes del Mercado Mayorista de Flores.

Lorenza Aguilar (69), que se dedica al rubro de venta de flores para sepelio y es una de las fundadoras del Mercado Mayorista, comenta cómo fue su vivencia en el siniestro. “Recuerdo que a las tres de la mañana nos llamaron informándonos que todo se había consumido. Toda mi mercadería se perdió, no tenía nada, ni bancas, ni mesa y mucho menos mercadería”, menciona Lorenza.

Respecto a cómo hizo para sustentarse esos 17 días de reconstrucción del mercado, la comerciante comenta: “Estos 17 días hemos hecho olla común entre los trabajadores, para poder desayunar, almorzar, ya que no tenemos recursos, el negocio en el mercado es la principal fuente de ingresos para muchos de nosotros. He tenido que volver a comprar mercadería a través de préstamos, lo bueno es que las personas están viniendo a comprar, hoy he vendido regular, 4 o 5 arreglitos. La gente está apoyándonos, tengo fe de que para la próxima fecha de 14 de febrero podamos recuperar”.

Empeño. Lorenza Aguilar trabajando en su puesto. Foto: Milenka Quispe

Rosa Santana (53), quien es parte de la directiva del mercado se dedica al rubro de decoración y arreglos florares, menciona cómo el alcalde del distrito ha cooperado ante la situación. “Nuestro alcalde Néstor de La Rosa Villegas, nos ha apoyado inmediatamente con maquinarias, con insumos, hablando con las autoridades, ya que la Municipalidad de Lima quería clausurar el mercado, sin embargo, se llegó a un diálogo y aquí estamos, firmes. Como le mencioné al alcalde, nosotros los floristas nos vamos a levantar de las cenizas”.

Respecto a cómo ha subsistido estas semanas de reconstrucción del mercado, la comerciante comenta: “Estos días he sobrevivido con mis ahorros y el apoyo de mis familiares, no podía trabajar en la vía pública porque mi mercadería se maltrataría, así que solo me quedaba esperar. Hemos trabajado como hormiguitas, limpiando, acomodando, apoyando, día y noche trabajando en equipo”.

Respecto a la pérdida de mercadería, Rosa menciona: “Ya estábamos preparados para la campaña de febrero, el capital que se ha perdido es bastante, simplemente que no queremos hablar de esas cosas porque nos sentimos mal, no se va a recuperar, los demás puestos ya estaban abarrotados de mercadería, pero todo se perdió. Los puestos dedicados a arreglos artificiales están trabajando día y noche, avanzando los pedidos, las bases, es todo un proceso de preparación que abarca semanas”.

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