Protestas violentas. Bloqueo de carretera Panamericana Norte (Foto: Diario Correo)

Por: Carolina Padilla

Durante la primera semana de diciembre, el expresidente Pedro Castillo hizo pública su decisión de cerrar el Congreso de la República para instaurar un «gobierno de excepción». Esta fue una de las razones decisivas por la que los parlamentarios del legislativo efectuaron, con un total de 101 votos, la vacancia presidencial por permanente incapacidad moral.

Horas más tarde, Pedro Castillo fue detenido por efectivos de la Policía Nacional por el presunto delito de rebelión, detallado en el artículo 346 del Código Penal. Posteriormente fue trasladado a la Prefectura de Lima y, actualmente, se encuentra cumpliendo prisión preventiva en el penal de Barbadillo en el distrito de Ate.

Quien asumió el cargo presidencial fue Dina Boluarte, convirtiéndose en la primera mujer en gobernar el Perú. Toda esta situación produjo diversas protestas al interior del país. Algunos exigían la liberación del expresidente, el adelanto de elecciones y la instauración de una Asamblea Constituyente. Tildaron al nuevo gobierno de usurpador y, mientras transcurrían los días, la situación se agravaba.

Las manifestaciones se tornaron violentas, bloquearon carreteras principales dejando varados a miles de viajeros y camiones de carga que trasladaban alimentos a diversas partes del país. Además, atentaron contra empresas privadas y algunos medios de comunicación.

Entre las regiones más afectadas está Apurímac, tierra natal de la actual presidenta del Perú. Allí se registraron un total de ocho muertes producto de las violentas manifestaciones. Entre los fallecidos figuran también menores de edad.

En la región de Arequipa, grandes grupos de vándalos destrozaron bancos, empresas telefónicas y quemaron la planta de leche Gloria. Además, intentaron tomar el aeropuerto principal de la región, dejando varados a centenares de turistas. Cusco y Puno también tuvieron que cerrar sus aeropuertos.

César Tataje Guzmán (36), integrante del grupo peruano de rock ‘’Los Mojarras’’ contó a Diario La Otra Cara cómo fue su travesía en el Cusco mientras trataba de retornar a Lima con su agrupación.

¿En qué parte de Cusco fue sorprendido por las protestas?

Cuando llegamos, nuestro destino era Chumbivilcas, se encuentra en la provincia de Santo Tomás, a unas 11 horas de Cusco por carretera. Teníamos una presentación el domingo 11 de diciembre, la cual realizamos y al día siguiente íbamos a retornar a Cusco.

En nuestro camino a Cusco, faltando exactamente cuatro horas para llegar, nos encontramos con el primer bloqueo de carretera en la ciudad de Sicuani. Tuvimos que pernoctar en ese lugar, ya que habían iniciado las protestas.

 ¿Cuánto tiempo le tomó volver a Lima?

Nos tomó una semana salir de ahí. No estaba permitido atravesar la carretera en bus, solo a pie y nosotros teníamos instrumentos y demás cosas. Nos enteramos que un transporte había llegado a Cusco por vías alternas, decidimos arriesgarnos y mientras tratamos de avanzar nos cruzamos con manifestantes que atacaron nuestro bus y tuvimos que tomar otras vías hasta llegar al aeropuerto en plena madrugada.

En la selva peruana también se produjeron manifestaciones como en la ciudad de Juanjuí y Tarapoto. Sumado a ello, el bloqueo de la carretera Fernando Belaunde Terry a la altura del Centro Poblado de San Juan de Pacayzapa, también en la región de San Martín.

En Lima, la situación también fue complicada, hubo enfrentamientos entre los efectivos policiales y manifestantes, dejando a su paso muchos destrozos en el centro de la ciudad e incluso atacando a la prensa, canales de televisión, entre otros.

Actualmente, se están retomando de manera paulatina la circulación de vehículos en las carreteras principales del país, así como la apertura de los aeropuertos. La presidenta hizo un llamado al diálogo aunque se ha tornaron en una situación que tiene para mucho tiempo más, ya que hay regiones que aún siguen en pie de manifestación.

Hace unos días, se aprobó en el Congreso la propuesta que indica el adelanto de elecciones para abril del 2024, algo que sin duda tiene como objetivo traer calma a los más de 30 millones de peruanos que esperan ser gobernados de manera honesta. Aún falta una segunda votación, pero por lo pronto ya quedó establecido que Boluarte dejará el poder el 28 de julio del 2024 al igual que los actuales parlamentarios.

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