Catástrofe. Colegio Felipe Santiago Estenos en Chaclacayo es destruido por el paso del huaico. Foto: Facebook

Por: Edith Vera

El cambio climático a nivel mundial ocasionó el incremento de lluvias en nuestro país, lo que provocó la activación de más de 20 quebradas durante los últimos días. En Lima Este encontramos a Santa Inés, Huascarán y Los Cóndores en Chaclacayo; Huampaní, Huaycoloro y Vallecito en Lurigancho-Chosica.

La Comisión Multisectorial encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (ENFEN) señaló que el Perú pasó a estado de “Alerta por El Niño costero”, agregando que las lluvias continuarán en abril y mayo; sin embargo, aún no pueden confirmar la presencia de este fenómeno debido al protocolo de evaluación que deben realizar para saber si las condiciones del mar seguirán cálidas en los próximos tres meses.

Desastre en Chaclacayo

Dina Pumacayo vive cerca a las quebradas Huascarán y Los Álamos en el distrito de Chaclacayo y contó a Diario La Otra Cara su experiencia en medio de este desastre:

“Empezó a llover con gran intensidad, tuvimos que poner bolsas para que funcionen como techo y evitar que grandes cantidades de agua se acumulen en el piso, estuvimos barriendo constantemente (…) Los huaicos bajaron con una intensidad que logró que ingresar un poco a mi vivienda, ignorando los sacos de arena gruesa que habíamos puesto”.

Algunos de los vecinos de la zona no contaban con techo para protegerse de la intensa lluvia y, ante la activación de las quebradas, colocaron sacos de arena con la ayuda de representantes del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) para cubrir las entradas de cada calle y evitar que más viviendas sean afectadas. Por otro lado, los residentes más cercanos al río Rímac tuvieron que evacuar de sus casas.

También se registraron cortes en el servicio de luz y agua. Este último servicio se vio afectado debido a la ruptura de tuberías que dejó el paso del huaico, además de bloquear varios tramos de la Carretera Central evitando el pase de transportes y peatones. “Muchas personas estuvieron caminando por lugares no tan seguros y hubo carros que invadían los carriles contrarios aprovechando que no había presencia de otros”, agregó Dina.

Ruptura. Pistas destrozadas por el paso del huaico en Chaclacayo. Foto: Andina

Inundación en Chosica

Jhoana Baltazar reside en un condominio de Ñaña en el distrito de Lurigancho-Chosica. En conversación con Diario La Otra Cara, comentó que la inundación en su zona se debe al lodo que se desliza desde Chaclacayo, provocando dificultad para movilizarse.

“A pesar de que los vecinos, la policía y personal del ejército han unido fuerzas para colocar sacos de arena en «Puerto» (entrada de Ñaña) para que el barro del huaico no ingrese a la avenida Atahualpa y dañe los negocios, no sabemos si ese bloqueo aguantará por mucho, ya que el deslizamiento es abundante. Además, no es la única entrada por donde mi zona de residencia podría verse afectada, sino también por la autopista Prialé”, enfatizó.

Por otro lado, Graciela Estrada, residente de la zona de Vallecito en el mismo distrito, comentó que su vivienda se vio afectada directamente por la intensidad de la lluvia que acumuló gran cantidad de agua en algunas partes de su casa.

Al vivir cerca a la quebrada Vallecito, indicó: “A la comunidad sí le afectó bastante porque hay muchas casas que están muy cerca a esa quebrada, se habrán caído unas dos [casas] hechas de madera y las demás inundadas por el huaico, casi enterradas, aproximadamente unas 15 o 20”.

La zona de Vallecito cuenta con el servicio de luz; sin embargo, solo se abastecen de agua potable gracias a la labor del aguatero que recorre las calles. Ahora, con el paso del huaico, temen quedarse sin este insumo básico suponiendo que el aguatero no llegue, ya que se ha vuelvo muy difícil acceder a esta zona, tal como comenta Graciela:

“Para ir a mi centro laboral ha sido un poco difícil conseguir «El Chosicano» (transporte público) porque han cortado rutas, además del tránsito, porque el bypass de Huachipa está inundado y las calles alternas están saturadas. De regreso fue mucho peor porque el huaico nos agarró en la entrada de Huaycán (Ate) y «El Chosicano» nos dejó tirados a todos los pasajeros allí. La única manera de cruzar a Villa Rica fue cruzando la pista inundada, fue muy riesgoso pero fue la única manera para llegar a casa. Ahora me estoy quedando en casa de un familiar porque por Vallecito no hay pase”.

Desplome. Casa de tres pisos cae al río Rímac tras el paso del huaico en Chosica. Foto: El Comercio

Esta no es la primera vez que ocurre un fenómeno como este, ante la preocupación por su distrito, Jhoana Baltazar solicita a las autoridades municipales: “Revisar las zonas identificadas como más propensas a sufrir daños y, si no existe un padrón como ese, pedir con urgencia un registro de las zonas en alerta roja y prohibir que nuevamente se establezcan domicilios en ese lugar, por lo menos hasta que su gestión construya medidas de seguridad como muros de contención o canales efectivos. También considero que el gobierno local debe organizar proyectos para que los damnificados tengan a la mano productos de primera necesidad y apoyar con insumos a las ollas comunes. De la misma manera, es crucial que el gobierno central envíe apoyo policial o de las Fuerzas Armadas y también máquinas para retirar algunos escombros”.

Afectados en Ate

Las intensas lluvias también provocaron deslizamientos en algunos cerros de Huaycán en Ate. Varias casas resultaron afectadas, incluso una mototaxi fue arrastrada por la fuerza del huaico y el video de este suceso se hizo viral en las redes sociales.

Gran parte de los deslizamientos en la zona Este de Lima desembocaron en la Carretera Central, de allí se trasladaron a calles aledañas afectando lugares como Plaza Vitarte hasta llegar al distrito de Santa Anita por la Av. Ferrocarril.

Adolfo Vera, residente de Nuevo Vitarte en Ate y trabajador de la compañía Molinera del Centro ubicada en la Carretera Central, comentó a Diario La Otra Cara sobre las dificultades que le trajo las intensas lluvias y el huaico:

“Primero, el techo de mi vivienda no estuvo preparado para una fuerte cantidad de lluvia continua, mojó gran parte de las cosas del hogar. Ahora, la bajada del huaico afectó sobre todo en la movilización para ir al trabajo y realizar compras de alimentos, es imposible por que los negocios están cerrados”.

Sin poder cruzar. Av. 26 de mayo en Ate totalmente inundada por huaicos. Foto: Edith Vera

Un problema de nunca acabar

Ángela Ticse, agricultora de San José de Palle en el distrito de Santa Eulalia (Huarochirí), comentó a Diario La Otra Cara sobre su experiencia viviendo cerca a las quebradas y las medidas que la población debe tomar.

Viviendo tantos años cerca a las quebradas, como Cuculí y Lucumaseca, ¿cómo evitan que el paso del huaico les afecte de manera tan desastrosa?

El camino en la quebrada tiene que estar libre, los huaicos dejan su seña y los pobladores saben que no pueden plantar nada allí. Hay otros que no dejan libre la quebrada, hicieron su chacra y pusieron su cultivo en el camino. Pensaron que ya no iba a venir el huaico, obstaculizaron su recorrido normal y cuando volvió [el huaico], enterró todo.

Lo que afectó en sí nuestra chacra fue que colocaron madera cerca al recorrido del huaico, esto se fue arrastrando hasta que uno de estos maderos se estancó y envió gran cantidad de lodo y piedras a nuestra cosecha. Hemos perdido cerca de la tercera parte de nuestro cultivo.

Nosotros siempre tenemos que prevenir estos desastres, no esperar al momento de lluvia porque ya sabemos que en ninguna quebrada puedes trabajar durante este tiempo. Ese camino no tiene que tener desmonte, hay que dejarlo limpio, el enmallado puede ser una mejor opción. Por la carretera que conduce a la Oroya hay mallas de contención pero no en todos los sitios hay, eso depende de cada municipalidad. Eso todavía no tenemos en el valle de Santa Eulalia.

¿Algún representante del gobierno local o regional les ha brindado ayuda?

Ahora último, un representante del Ministerio de Agricultura vio nuestra chacra, nos habló sobre los fertilizantes y nos dijo tajantemente que no venía por el huaico. Después de hacerle unas preguntas, me comentó personalmente que estaban contando cuántos eran los agricultores de la zona. Le pregunté si había algún monto [de dinero] con el que nos iban a apoyar y me dijo: “Nosotros daremos un monto de 50 mil soles que se tendrán que repartir entre todos los afectados. Yo doy mi informe y ustedes se tienen que organizar”, pero hasta ahora nada.

Lo que sí nos dieron fue una canasta de víveres para los que resultamos afectados, eso lo dio el Ministerio de Vivienda. La cooperativa también nos brindó tubos para el canal de regadío que fue destruido por el huaico, lamentablemente pasó otro huaico y se llevó todos los tubos, ya qué íbamos a pedir de nuevo.

¿Qué medidas de prevención toman ante las intensas lluvias?

Nosotros cuando vamos a trabajar sabemos que debemos estar máximo hasta las 2 de la tarde, a esa hora ya empieza a caer fuerte la lluvia. Ahora, al estar en nuestras casas con la lluvia intensa debemos estar prevenidos con la quebrada, si vemos que viene [en] cantidad ya corremos al cerro a salvar nuestras vidas. Por eso, también debemos tener listas nuestras mochilas de emergencia, cada cierto tiempo la armamos.

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El gobierno declaró Estado de Emergencia en Lima y Callao por las intensas lluvias de los últimos días. El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), por su parte, pronosticó lluvias intensas hasta el 17 de marzo que provocarían inundaciones en diversas regiones del país; sin embargo, Ángela Ticse advierte en su experiencia que no nos debemos confiar.

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