Por: Vianca Ortiz
Tres empresas peruanas fueron reconocidas con el certificado de Empresas B por sus prácticas sostenibles y su grado de compromiso con la sostenibilidad a nivel mundial.
Pero ¿qué son las empresas B?
Según el portal Confiep, las empresas B son modelos de empresas que están comprometidas con generar un cambio positivo en la solución de problemáticas constantes a nivel social y ambiental, por medio de la medida del impacto que estas tienen sobre el entorno.
Anualmente, se realiza la Evaluación de impacto B para evaluar, verificar, entre otros, a las empresas que realizan las actividades económicas considerando los diferentes aspectos a nivel global como: trabajadores, comunidad, clientes, medioambiente y medioambiente. Por tal motivo son certificadas como empresas B.
Algunas empresas peruanas reconocidas con el certificado B durante 2022 son: Soqtapata, Sinba y SUGO. Estas empresas están centradas en diferentes rubros, pero siguen un mismo camino hacia la sostenibilidad.
Hasta el momento existen más de 40 empresas peruanas certificadas como empresas B.
Diario la otra cara entrevistó al ingeniero ambiental, Yitzhak Dextre para abordar las actividades y prácticas sostenibles que se empiezan a tomar desde las empresas.
En primer lugar, ¿qué es la huella ambiental y cómo se aborda en las empresas?
Considero que la huella ambiental, desde mi punto de vista, es la huella de carbono y huella hídrica. La huella de carbono se trabaja bajo la ISO 14 046. En este ISO hay unos estándares de huella de carbono para que las empresas puedan bajar sus niveles de carbono (CO2), y esto es equivalente a una unidad donde se puede medir la contaminación en general.
Esto se da en grandes y medianas empresas porque son las que tienen más capacidad técnica y más recursos, y porque muchos compradores son internacionales y se les exige el ISO más allá de la ley de una nación
Desde su experiencia ¿Cree usted que las empresas lo plantean como una iniciativa o lo abordan por ser un requisito?
Diría que van más por un tema de imagen corporativa. Las empresas van a invertir por su imagen corporativa y comercial. La huella ambiental no es obligatoria medirla, no hay una ley que indique eso. Más que todo, las empresas lo hacen por la imagen institucional, por compromiso con sus proveedores y tienen acuerdos comerciales con grandes empresas afuera.
En su campo ¿Ha podido constatar un crecimiento de estas prácticas ambientalistas?
Sí. Poco a poco el mundo se está orientando hacia la sostenibilidad. Por ejemplo, en mi experiencia, estuve en una ONG ambiental en la que trabajamos con distintos proyectos. En el primer proyecto ambiental, se dio beneficios económicos en materia de reembolsos, y garantías a grandes y medianas empresas que quieran apostar por la mejora tecnológica.
También estuve en el proyecto química verde. En el Perú, la química verde es muy poco sonada, pero en países europeos eso se está avanzando.
Dada su mención al proyecto que se viene implementado en Europa, ¿qué es la química verde?
La química verde es el uso de la química a través de todos los procesos de las grandes industrias para que sean sostenibles, porque actualmente los productos que tenemos son en base a químicos como: remedios, alimentos, etc. No son totalmente sostenibles porque utilizan muchos químicos que contaminan el medio ambiente y pueden perjudicar a la flora y fauna.
Por otro lado ¿tiene un estimado de empresas que en los últimos 5 años se hayan adaptado a ese mismo horizonte de prácticas ambientalistas?
Dentro de este proyecto, que duró cerca de cinco años, se encuentran empresas peruanas entre medianas y grandes que lograron la reducción de toneladas de Dióxido de Carbono (CO2), metro cúbico (m³) de agua y MegaWatts (MW) por la mejora tecnológica.
¿Qué tan importante es la Evaluación de impacto B que mide la gestión en prácticas sostenibles y se realiza a las empresas a nivel mundial? ¿Cuál es su opinión?
Me parece que sí es importante. No he trabajado bajo estos parámetros de empresas B, pero lo que sí sé es que miden los indicadores sociales y ambientales y buscan que las empresas, en este caso a nivel nacional, puedan medir de mejor manera sus impactos. Las empresas incluso pequeñas pueden poco a poco mejorar sus estándares ambientales y sociales para que el Perú sea más sostenible.
Finalmente, después de realizar la evaluación de impacto B ¿cree usted que el certificado de Empresas B lo deben poseer como requisito fundamental las grandes empresas peruanas?
Creo que sería mala idea volverlo obligatorio. Sería mejor un plan de concientización para las empresas para que poco a poco vayan escalando.
En los últimos años, más empresas se vienen perfilando por producir un impacto significativo a través de sus actividades con responsabilidad y compromiso por las nuevas formas de viabilizar una solución.
