INICIATIVA PROPIA. Residentes de las urbanizaciones toman medidas frente a la inseguridad ciudadana. Foto. Paloma Cerrón.

La criminalidad es una preocupación constante para las familias de los barrios de Lima Metropolitana, sobre todo durante los últimos meses del presente año. Aunque algunos sectores han logrado reducir los incidentes gracias a la organización comunal, la insuficiencia de acciones sostenidas por parte del Estado y las autoridades municipales permite que los robos, amenazas y actividades delictivas se mantengan.

Irma Bellido, madre de familia que vive en el Cercado de Lima, comenta: “En comparación con otros lugares, esta zona no está en un estado crítico, pero sí vivimos con cierto miedo. Por ejemplo, si necesito enviar a uno de mis hijos a comprar algo en la noche, siempre mando a dos, a uno de los mayores para que acompañe al otro. Y si uno mira alrededor, puede notar que algunas casas ya han instalado sus cámaras.”

Omar Reyes, vigilante de la urbanización Trinidad, que forma parte del distrito capital, cuenta que su sector asignado ha mejorado tras experiencias de violencia: “Antes venían motos a robar a chicas que regresaban de estudiar o trabajar. Ahorita felizmente está más tranquilo, pero por otros lugares sigue muy peligroso.”

Según relata, los vecinos han organizado una junta vecinal, colocado rejas peatonales y cámaras de seguridad, y hasta organizaron una pollada para financiar el alumbrado público:

“En las noches viene gente de mal vivir a tomar o fumar. Felizmente el serenazgo está cerca y lo llamamos.”

Estos esfuerzos no siempre son suficientes. El aumento de extorsiones y robos armados en Lima ha llevado al gobierno a declarar el estado de emergencia en varios distritos, recurriendo al personal militar junto a la policía nacional.

El señor Huamán, otro vigilante de la urbanización, sostiene que: “Lo que falta aquí es más participación de la municipalidad. Mientras no haya un rigor ejemplar para la gente, las cosas van a seguir igual, no va a cambiar nada.” Advierte que los delincuentes aprovechan cualquier distracción: “Generalmente lo hacen cuando uno da la espalda, cuando el vigilante está distraído. Ni siquiera son bandas, sino personas ocasionales con malas intenciones que vienen a caminar alrededor. A ellos no les gustan los problemas, así que actúan cuando nadie los ve.”

Según el Ministerio de Salud, solo en enero de 2025 se reportaron 145 homicidios a nivel nacional, 43 de ellos en Lima. Además, el Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana indicó que más del 80 % de limeños considera la inseguridad como el principal problema de su distrito.

Autora: Paloma Cerrón

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