Por: Gonzalo Quezada
Hoy solo queda un amargo recuerdo de una pandemia que afectó la educación del país. La virtualidad es el futuro, pero para nuestro presente es mejor dejarla en el pasado y continuar con la presencialidad. El coronavirus nos demostró que no estamos preparados para esta modalidad de enseñanza.
Por esa razón el Ministerio de Educación estableció que los alumnos regresen a las aulas a partir del segundo semestre de 2022. Algunas volvieron a las aulas, pero otras continúan en las plataformas educativas digitales.
Presenciales
- Universidad Nacional de Barranca
- Universidad Nacional de Huamanga
- Universidad Nacional Rodríguez de Mendoza
- Universidad Nacional San Agustín (Arequipa)
- La Pontificia Universidad Católica del Perú
- Universidad Nacional Agraria La Molina
- Universidad Nacional Mayor de San Marcos
- Universidad de Piura
- Universidad de Ciencias Aplicadas
- Universidad Tecnológica del Perú
- Universidad de Lima
- Universidad Nacional del Callao
Virtuales
- Universidad Nacional Federico Villarreal
- Universidad Particular de Chiclayo
- Universidad San Andrés
- Universidad Privada Peruana Alemana
- Universidad Marcelino Champagnat
- Universidad Inca Garcilaso de la Vega
Consecuencias de la enseñanza virtual
La pandemia cambió la modalidad de la educación en el país, miles de estudiantes universitarios dejaron los salones de clase y pasaron a las aulas virtuales por más de dos años. Esto trajo consigo consecuencias económicas a los universitarios, ¿pero qué gastos asumieron frente a este escenario?
Yoshica Mendoza y Miriam Carhuaricra estudiantes de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP) y de la Universidad Privada del Norte (UPN) respectivamente, comentaron que la pensión no aumentó durante la pandemia. Mendoza paga alrededor de 900 soles, mientras que Carhuaricra cerca de 700 soles. Otro gasto fue el pago de internet y luz eléctrica, este último aumentó en más de 30 soles, ello por las 5 horas diarias de clases.
Ahora con la presencialidad Mendoza gasta en pasajes y almuerzo entre 240 a 580 soles, esto depende si está en su casa de San Juan de Lurigancho o en Jesús María. Mientras que Carhuaricra prefiere la virtualidad porque sus gastos de comida, pasajes, materiales de clase luz e internet ascienden a 850 soles mensuales.
Otro es el caso de Henry Valdez, alumno de la UPN, él durante la pandemia contó con la beca del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec), lo cual le permitió continuar con sus estudios sin mayores sobresaltos. En la actualidad no cuenta más con la beca, pero gracias a su rendimiento académico la UPN le otorgó un descuento del 25 % en la mensualidad. Ahora con su regreso a las aulas universitarias su gastó mensual asciende a 740 soles entre matrícula, pasajes, luz e internet .
Por otro lado, los estudiantes de universidades públicas por medio del Decreto Supremo (DS) Nº 006-2020-MINEDU, recibieron el apoyo por parte del Estado. Fueron provistos de chips y módems internet con capacidad de 20 gigabytes mensuales.
Álison Suyo, alumna de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV) – una de las beneficiarias- comentó que en su último año la matrícula bajó hasta un 50 %. Por cada ciclo pagó 40 soles, si bien los gastos fueron mínimos, tuvo que aumentar su plan de datos porque los 20 gigas no eran suficientes además de costear la reparación y mantenimiento de su laptop.
El coronavirus aceleró la implementación de la educación virtual en el país para la cual no estábamos preparados. La calidad de la enseñanza no es la misma y esto perjudica a los futuros profesionales. Se acaba la virtualidad y esperamos no regrese durante varios años.
