Tercera semana de junio en camino, el día del padre se acercaba peligrosamente, sinónimo de consumismo. Billetera vacía, la mía. Aún ello, con pocos centavos, y muchas ideas en mente para agasajar a mi papá, decidí abrirme paso al siempre cambiante mundo de la red global.
YouTube me recibe con los brazos abiertos, pero no sin antes mostrarme un anuncio que he escuchado más que el himno nacional en julio. Temu era el auspiciador, nacida en el 2022 en Estados Unidos, pero con corazón chino, es una compañía de cuatro letras que ofrece ventas de comercio electrónico. Y yo era (en ese momento) el comprador curioso.
Un nuevo imperio
Un par de clicks y estaba dentro de aquella web. Fiel a su slogan (Compra como millonario) esta aplicación es un almacén infinito de productos de lo más vastos, coloridos y a precios bastante accesibles. No por nada era la segunda aplicación que más visitas había tenido en el rubro.
Además, según datos de Gestión solo en mayo del año pasado alcanzó más de 1,4 millones de descarga. En complemento, ESAN menciona que los peruanos movieron alrededor de $37 000 millones de dólares el año pasado solo en ventas online, Temu entre las más punteras.
No todo es perfecto
Para no quedarme con el dato frío consulté pareceres de compradores anteriores en las redes sociales de opinión popular acerca de la aplicación. Valoraciones de lo más divididas. En lo positivo destacan los bajos precios, las ofertas y la velocidad de los envíos. En lo negativo: la mala calidad del producto y una mala logística.
Igualmente, Osiptel reportó problemas a fines del año pasado relativos a dificultades para obtener reembolsos, artículos defectuosos e incluso estafas. Lanzando una advertencia con el uso de la aplicación.
Una decisión difícil
Los bajos precios vs. la estafa, la variedad vs. los productos defectuosos, la velocidad vs. la mala calidad. La decisión era una encrucijada cuál ruleta rusa, pero la decisión estaba tomada. Gamarra no me quedaba tan lejos, a decir verdad.
