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El Mundial que cambiará las reglas

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En el horizonte. Esta será la edición número 23 de la Copa del Mundo. Fuente: X

El Mundial 2026 será el más grande de la historia: Contará con más de 40 selecciones y 104 partidos, lo que representa un incremento del 40 % respecto a Qatar 2022. La FIFA proyecta ingresos superiores a los 11.000 millones de dólares, cifra récord que duplica lo recaudado en Brasil 2014.

El torneo se repartirá en 16 ciudades de Estados Unidos, México y Canadá, con estadios que superan los 60.000 asientos y una expectativa de asistencia que podría llegar a los 5,5 millones de espectadores.

Con estas dimensiones, la próxima Copa del Mundo no solo redefine el calendario deportivo, también se convierte en el evento de mayor escala en la industria del entretenimiento global.

¿Qué nos espera?

La historia del Mundial 2026 empezó en 2018, cuando la FIFA eligió a Estados Unidos, México y Canadá como sedes conjuntas. Con esa decisión se abrió paso a la primera Copa del Mundo organizada por tres países. En 2022 se anunciaron las 16 ciudades anfitrionas, desde Los Ángeles hasta Ciudad de México y Toronto, todas con estadios con más de 60.000 asientos que buscan responder a la magnitud de un torneo que promete récords de asistencia.

En 2023 la FIFA definió un nuevo calendario de eliminatorias, un cambio histórico en la competencia. En 2024 se confirmó que el Estadio Azteca recibirá el partido inaugural y pasará a la historia como el único recinto con tres Mundiales. En 2025, con la preventa de boletos en marcha y el turismo deportivo en expansión, Norteamérica se consolidó como la sede de la cita futbolística más grande de todos los tiempos.

Un cambio cuestionado

El formato aprobado para 2026 tendrá 48 selecciones divididas en doce grupos de cuatro equipos. Clasificarán los dos primeros de cada grupo y se sumarán los ocho mejores terceros, hasta formar una llave de 32 selecciones en eliminación directa. La novedad será una ronda adicional de dieciseisavos de final, lo que elevará a ocho los partidos que deberá disputar el campeón.

El calendario irá del 8 de junio al 19 de julio con un total de 104 encuentros, una cifra inédita en la historia de la Copa del Mundo. La última jornada de fase de grupos se jugará en simultáneo para impedir arreglos de resultados. Las confederaciones tendrán más plazas, con especial beneficio para África y Asia, mientras que Oceanía contará por primera vez con un cupo directo.

Las clasificadas

Hasta el momento, el Mundial 2026 ya tiene a sus anfitriones confirmados: México, Estados Unidos y Canadá. La organización conjunta les otorgó la clasificación directa, lo que garantiza la presencia de tres combinados que llegan con distintos objetivos. Mientras Estados Unidos busca consolidar una generación que compite en las mejores ligas del mundo. México intentará revertir una racha de eliminaciones en octavos de final. Canadá regresará con la intención de afianzarse como protagonista después de su debut en Catar.

El resto de la lista mundialista todavía está en construcción. Las eliminatorias continúan definiendo cupos en Europa, Sudamérica, Asia y África, con duelos que marcan la diferencia entre consolidar un proceso o quedar fuera de la cita más grande del fútbol. La ampliación del formato abre más posibilidades, aunque también elevó la presión sobre equipos tradicionales que aún no aseguran su clasificación. El camino hacia Norteamérica mantiene en suspenso a gran parte del planeta futbolístico.

 

Las favoritas al título

Argentina aparece como la gran candidata por la experiencia reciente de su plantel campeón del mundo y la continuidad de un proyecto técnico que probó eficacia. Con futbolistas de jerarquía en todas las líneas y un vestuario acostumbrado a escenarios de máxima exigencia, la selección albiceleste llega con ventaja competitiva frente a rivales en proceso de renovación.

Francia mantiene un plantel de élite con jóvenes que ya disputaron finales y que buscan consolidar un ciclo ganador. Brasil conserva un talento ofensivo capaz de desequilibrar cualquier partido. Inglaterra y España avanzan con generaciones renovadas que mezclan disciplina táctica y frescura; mientras que Portugal se perfila como aspirante gracias a la solidez de sus nuevas figuras. Con este grupo de selecciones, el Mundial 2026 se proyecta como una lucha abierta entre potencias históricas y equipos emergentes.

Las nuevas estrellas

El Mundial 2026 también será el escaparate de una generación que busca dejar su sello. Son futbolistas jóvenes que ya brillan en clubes europeos y que llegan con la expectativa de transformarse en referentes globales. Su talento y frescura prometen renovar el protagonismo en un torneo que siempre ofrece espacio para nuevas estrellas.

El último baile

Junto a las promesas, 2026 marcará la despedida de varias leyendas. Son figuras que ya dejaron huella en la historia reciente del fútbol y que jugarán su último Mundial como parte de un ciclo glorioso. La cita en Norteamérica será la ocasión para rendirles homenaje y verlos competir una vez más en el escenario más grande.

La opinión del que sabe

El Mundial 2026 abre expectativas deportivas, económicas y culturales, pero también genera dudas que solo un especialista puede responder. Para aterrizar las claves del torneo, conversamos con Carlos Bernuy, periodista deportivo y analista del fútbol internacional, quien comparte su lectura sobre el nuevo formato, las selecciones favoritas y el impacto que tendrá en los hinchas de la región.

El cuestionado Mundial 2030 y del 2034

El anuncio de que el Mundial 2030 se jugará en seis países y tres continentes despertó debates sobre la viabilidad del torneo. La decisión de iniciar en Sudamérica y continuar en Europa y África, abrió interrogantes logísticos y financieros, además de críticas sobre la fragmentación de la experiencia para jugadores e hinchas. La FIFA defendió la elección como un homenaje al centenario de la Copa, pero las voces críticas señalan que prioriza el espectáculo político sobre la competencia deportiva.

El caso de 2034 resulta aún más controvertido: Arabia Saudí quedó como candidata única, en medio de acusaciones de sportswashing, es decir, el uso del deporte como estrategia de imagen internacional. Organizaciones de derechos humanos advierten que el torneo podría convertirse en una vitrina para encubrir problemas internos, mientras la FIFA sostiene que la elección responde a la expansión global del fútbol. La discusión está abierta: ¿Se consolida el Mundial como fiesta universal o se convierte en plataforma de intereses ajenos al deporte?

De: Rodrigo Huertas

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